viernes, 2 de marzo de 2018

"ALICIA" - PREGÓN PARA EL CARNAVAL - 2018

Este año elegimos el cuento "Alicia en el País de las Maravillas" de Lewis Carroll para disfrazarnos y celebrar el carnaval en el colegio.

Cada curso eligió un personaje (oruga, liebre de marzo, gemelos, Alicia, cartas, reina y rey de corazones, gato y sombrerero loco) y, utilizando diversos materiales, elaboró el traje.

El maestro y escritor Luis Carlos Olea Calderón escribió un pregón para la ocasión. En el vídeo que pongo a continuación puedes escucharlo. 

 

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"ALICIA"  - PREGÓN PARA EL CARNAVAL -

A modo de pregón
pal carnaval del Almanzor:
Muchos personajes son 
los del libro de Alicia
que con tanta pericia
Lewis Carroll imaginó.

Aquí en nuestro colegio,
sin necesidad de sortilegio,
damos la función:
Los más peques van de oruga
- nada que ver con un buga -;
los de cuatro de liebre de marzo
que mola mazo;
los de cinco años de gemelos
ni duchos ni con tantos pelos.

Los de 1º de la misma Alicia:
¡son una delicia! 
Los de 2º de cartas
como nítidas pancartas;
3º reyes de corazones
que amilanan ilusiones;
4º de conejo
apresurado que no viejo;
5º se relame como gato
y cuida sus zapatos.
Los de 6º, más que poco
de sombrerero loco.

En resumen,
escuche sin cerumen
y entérese del cuento
en un escaso momento:

Sorprendida,
tras el conejo blanco
corre entusiasmada.
Al agujero se lanza ilusionada.

Cepillo y espejo
le sirven para estar guapa
mientras cae
y nadie la atrapa
a la profundidad ignorada.

En el fondo una puerta
por la que el conejo pasa.
Nueva en la casa,
ella necesita beber el brebaje
para empequeñecer
queriendo y sin querer
cuerpo y traje.

Así entra en un mundo 
de increíble fantasía
por el color, los personajes,...
Conoce a la liebre de marzo
y al sombrerero loco
que la invitan a beber y comer
un poco;
también a la severa reina
que cortar cabezas quiere
y así el ánimo hiere;
a la sota golosa,...
- pasaron más cosas -;
a ella misma por crecer tanto
las cartas le causaron espanto
...

El final fue agradable
pues ni lanza ni sable
pudieron herirla,
¡mira que se pirla!
Se despertó sorprendida
y al pronto entendió enseguida
que sólo un sueño fue
- sépalo usted -
por lo que tranquilizó
su agitado corazón
y la historia felizmente acabó.
 




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