Todas las puertas estaban cerradas menos una de un aula. Vimos una mano y un pie blancos. Era un fantasma muy malo que empezó a perseguirnos. Corrimos y nos escondimos en la cocina. Allí estuvimos hasta el lunes a las ocho y media de la mañana.
Nos asustamos mucho y pasamos mucho hambre.
¡Buuuu, buuuu!
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