En la pintura y en la arquitectura consiste en crear efectos que engañan a la vista mediante el uso de la perspectiva, entornos arquitectónicos,..., de manera que lo que en realidad es una superficie plana o casi plana, la percibimos como un espacio con profundidad y volúmenes entrantes y salientes.
El trampantojo fue algo que se intentó desde muy antiguo.
La pintura ha sido un instrumento perfecto de engaño. Su objetivo consistió en traducir la realidad tridimensional a una superficie de tan sólo dos dimensiones.
Se confunde la realidad con el objeto pintado.
Suelen ser pinturas murales muy realistas o hiperrealistas creadas deliberadamente para ofrecer una visión falsa.
Algunos los clasifican en trampantojos interiores (representan ventanas, muebles, puertas, bóvedas, cúpulas de las iglesias,...) y exteriores (en muros de edificios, suelos,....).
Aquí podéis ver algunas imágenes de trampantojos:
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