A la semana siguiente, la profesora les anunció lo siguiente:
- Realizaremos un viaje a Estados Unidos. Saldremos el viernes y volveremos el siguiente viernes.
- ¡Bien! - dijeron los niños.
En el recreo todos se decían al oído:
- Es una oportunidad para quitar del medio a esas entrometidas.
Llegó el viernes. Elena y María iban muy contentas al aeropuerto. Cuando llegaron a New York se alojaron en un hotel de 5 estrellas. Después, se fueron a ver toda clase de monumentos. Cuando fueron a visitar la Estatua de la Libertad, Adrián y Sergio, unos chicos de la clase las dieron un dólar para que se comprasen chupachús. Pero cuando volvieron, los demás se habían a la isla. Esperaron en el puerto y dijeron:
- Nada, no vuelven - dijo Elena.
- ¡Nos han abandonado! - dijo María.
Las dos se pusieron a llorar.
Elena y María fueron por las calles de New York hasta llegar al hotel. Pasaron allí las noches y los días. Los chicos de la clase seguían sin aparecer, habían vuelto a por sus cosas pero Elena y María no se dieron cuenta.
Cuando cumplió el plazo del alojamiento las echaron. Ellas en la calle pedían dólares para poder recaudar un billete para regresar a España. Nadie las hacía caso. Las dos pasaron una noche en un portal muy grande. Por la mañana una mujer las despertó y las dijo:
- ¿Queréis entrar en mi escuela de música?
Las dos se dieron cuenta que el portal era una escuela de música.
Al cabo de un tiempo, Elena y María cantaban y tocaban toda clase de instrumentos muy bien. La directora de la escuela las aconsejó que montasen un grupo con Clara, Laura y Álvaro. A Elena se le ocurrió una idea:
- Montaremos el grupo y anunciaremos un concierto para recaudar dinero para comprar los billetes de regreso a España.
- Yo me encargaré de todo - dijo la directora.
Elena, María, Clara, Laura y Álvaro compusieron varias canciones para tocar. Todos se llevaban muy bien.
El día del concierto estaban muy nerviosos, pero a la vez muy contentos.
- Va a ir un millón de personas - dijo Laura.
- Ya nos puede salir bien - dijo Álvaro.
Ensayaron mucho y casi se les pasa la hora.
- Eran las 21:55 y el concierto comenzaba a las 22:00, ¡vamos tarde! - dijo Clara.
Salieron todos a correr y llegaron justo a tiempo. Cuando salieron al escenario los aclamaron y cuando terminaron una canción dijo Elena:
- ¡Madre mía! como les gustan nuestras canciones.
Una vez terminado el concierto se fueron a un hotel.
Al día siguiente, Elena y María desaparecieron. Las dos escribieron una nota:
- ¡Volver! - dijo Clara
- ¡No!, nos vamos a España, nuestros padres están preocupados. Si queréis anunciamos una gira pero nosotras nos vamos. ¡Adiós! - dijo María.
Ellas regresaron y cuando llegaron a sus casas sus padres se pusieron muy contentos al verlas.